martes, 17 de noviembre de 2009

Las Teorías del Caos y el marxismo *

Teoría del Caos y marxismo


Por Alan Woods y Ted Grant (traducción libre de Freddy Quezada y Carlos Molina)


I. LA DIVISIÓN DEL TRABAJO

El materialismo dialéctico, elaborado por Karl Marx y Frederick Engels, tiene que ver con mucho más que economía política: era un mundo de la Naturaleza, como Engels en particular buscó demostrar en sus escritos, como prueba de la exactitud de ambos (materialismo y dialéctica). "Mi recapitulación de las matemáticas y las ciencias naturales," escribió, "se emprendió para convencerme también en detalle que en la naturaleza en medio del peso de innumerables cambios, las mismas leyes del movimiento dialéctico fuerzan su manera por el azar claro de los fenómenos que gobiernan la historia" (16).

En su tiempo, cada nuevo adelanto importante en el descubrimiento científico ha confirmado la perspectiva marxista, aunque los científicos, a causa de las implicaciones políticas de una asociación con el marxismo, raramente reconocen el materialismo dialéctico. Ahora, el advenimiento de la teoría del caos proporciona apoyo fresco a las ideas fundamentales de los fundadores de socialismo científico. Ahora los científicos del caos los han ignorado grandemente, excepto como una molestia o para evitarlos. Una palmadita gotea, a veces regularmente, a veces no; el movimiento de un fluido es turbulento o no; el latido del corazón funciona regularmente pero a veces está en fibrilación; los reveses del tiempo son calientes o fríos. Dondequiera que hay un movimiento que parece ser caótico, y que está alrededor nuestro, generalmente es pequeño y se intenta llegar a él en términos estrictamente científicos.

¿Cuáles son, entonces, los rasgos generales de sistemas caóticos? ¿Los descritos en términos matemáticos, qué aplicación hace el matemático? Uno de los rasgos prominentes brindados por Gleick y otros es "el efecto mariposa." Lorenz, descubrió en su tiempo con su simulación en computadora, un desarrollo notable. Se basó en una de sus simulaciones de doce variables descubriendo relaciones no-lineales. Se encontró en su simulación con valores que eran un poco diferentes del original, ese juego estaba a seis lugares decimales y el segundo fijo abajo tres lugares, entonces el "tiempo" producido por la computadora pronto giró ferozmente del original. Donde quizás se puede haber esperado una perturbación ligera, había, sólo después de un período breve de similitud de reconocimiento, un dibujo completamente diferente.

Esto significa que en un complejo sistema no-lineal, un insumo en la entrada podría producir un cambio grande en el resultado. En el mundo de la computadora de Lorenz equivalía al aleteo de una mariposa causante de un huracán en otra parte del mundo; de ahí la expresión ("efecto mariposa", nota del traductor). La conclusión que se puede dibujar de esto es que, dada la complejidad de las fuerzas y procesos que determinará el tiempo, no se puede predecir nunca más allá de un período corto de tiempo. De hecho, la computadora del tiempo más grande en el mundo, en el centro europeo por Medium-range Cura Preve, efectúa como 400 millones de cálculos cada segundo. Se le alimenta con millones de medidas de tiempo, separadas a 100, alrededor del mundo cada día, y procesa datos en tres horas de funcionamiento continuo, produciendo previsiones en diez días. Todavía más allá de dos o tres días las previsiones son especulativas, y más allá de seis o siete ya están sin valor. Las Teorías del Caos, entonces, son juegos límites definidos de predicitibilidad de complejo sistemas no-lineales.

Es extraño, no obstante, que Gleick y otros le hayan puesto tanta atención al "efecto mariposa", como si introdujeran una mística extraña en las teoría del caos. Está ciertamente establecido, al menos en los modelos matemáticos ajustados, que en semejantes sistemas complejos, una entrada pequeña puede producir un rendimiento grande, que una acumulación de "cantidad" se puede transformar en "calidad". Hay sólo una diferencia de menos de dos por centavo, por ejemplo, en las bases genéticas de seres humanos y la diferencia con el chimpancé, que se podría cuantificar también en la química molecular. Todavía en el complejo de procesos no-lineales se incluye eso en la traducción genética de la "codificación" de un animal viviente, mediada por disimilaridades pequeñas que hacen la diferencia entre una especie y otra.

El marxismo se aplica él mismo a quizás el más complejo de todos los sistemas no lineales, la sociedad humana. Con la interacción colosal de individuos innumerables, la política y la economía constituyen así un complejo sistema. Los sistemas del tiempo de los planetas se parecen más bien a mecanismos de relojería. No obstante, como es el caso con los sistemas "caóticos", se puede tratar a la sociedad científicamente como grandes límites, como el tiempo, se entiende. Desgraciadamente, el libro de Gleick no es claro en la aplicación de las teorías del caos a la política y la economía. Cita un ejercicio de Mandelbrot, quien alimentó su computadora con el valor de cien año de precios del algodón de New York a su IBM. "Cada cambio del precio particular era azaroso e imprevisible," escribe. "Pero la sucesión de cambios es independiente de la balanza: la curva diaria y el precio de la publicación mensual cambian de grado en el juego de variación quedando constante encima del tumultuoso período de los 60 años que vieron dos guerras mundiales y una depresión." (17)

No se puede asumir el valor de este pasaje. Sería verdadero dentro de límites seguros y es posible ver los mismos dibujos matemáticos que se han identificado en otros modelos o sistemas caóticos. Pero dada la complejidad casi ilimitada de la sociedad humana y la economía, es inconcebible que eventos mayores como las guerras o sucesos iguales no romperían estos dibujos. Los marxistas argumentarían que esa sociedad se presta ella misma a estudio científico. En contraste con aquellos que ven sólo la formalidad, los marxistas ven el desarrollo humano del principio que apunta las fuerzas materiales, y una descripción científica de categorías sociales como las clases, y así sucesivamente. Si el desarrollo de la ciencia del caos lleva a una aceptación que el método científico es válido en política y economía, entonces es más valioso. De cualquier modo que, como Marx y Engels entendieron siempre, la suya es una ciencia inexacta, significando que hay tendencias amplias y que se pueden rastrear desarrollos, pero que el detalle y el conocimiento íntimo de todas las influencias y condiciones no son posibles.

Sobre los precios del algodón, no obstante, el libro no brinda ninguna evidencia que el marxismo se equivoca. De hecho, no hay ninguna explicación acerca de porqué Mandelbrot, al parecer, vio un dibujo con sólo los precios de 60 años cuando tenía 100 años de datos para jugar con ellos. Además, en otra parte del libro, Gleick agrega que los "economistas han buscado atractores extraños en las tendencias del mercado pero hasta ahora no los han hallado." A pesar de las limitaciones claras en los campos de la economía y la política, de cualquier modo, está claro que el matemático "domesticado" pensó que el azar o sistemas caóticos tienen implicaciones profundas para la ciencia como un todo. Abre mucha visión para el estudio de procesos que estaban principalmente fuera de límites en el pasado.

LA DIVISION DEL TRABAJO

Una de las características principales de los grandes científicos del Renacimiento es que eran seres humanos integrales. Tenían un desarrollo todo-redondeado, que habilitó, por ejemplo, a Leonardo da Vinci a ser un gran ingeniero, matemático y mecánico, tan satisfactorio como un artista de genio. Lo mismo era cierto para Durero, Maquiavelo, Lutero, y otros muchos, de quien Engels escribió:

"Los héroes de ese tiempo no estaban todavía atravesados por la división del trabajo, los efectos de la restricción que, con su producción de un lado y otro, nosotros tan a menudo vimos en sus sucesores." (18) La división del trabajo, por supuesto, juega a un papel necesario en el desarrollo de las fuerzas productivas. De cualquier modo, bajo de capitalismo, se ha llevado esto a tal extremo que empieza a volverse en su opuesto.

La división extrema, de una parte, entre el trabajo mental y el manual media en millones de hombres y mujeres y los reducen a una vida alienada en la producción en serie, negando cualquiera posibilidad de desplegar la creatividad y la inventiva que está latente en cada ser humano. En el otro extremo, tenemos el desarrollo de un género de casta del intelectual que se ha arrogado el derecho y título de ser "guardianes de la ciencia y la cultura." Al grado que estas personas llegan a estar alejadas de la vida real de sociedad, esto tiene un efecto negativo en su conciencia. No sólo hay allí un abismo de separación entre "artistas" y científicos, sino que la comunidad científica misma está dividida crecientemente con el aumento de las especializaciones. Es irónico precisamente cuando la "línea de demarcación" entre la física, química y biología se descompone, el golfo que divide ramas iguales y diferentes en la física ha llegado a ser virtualmente infranqueable.

James Gleick describe la situación así:

"Pocas realizaciones de los hombres comunes como herméticamente compartimentadas llegó a ser la comunidad científica, un acorazado con mamparas sellando contra las goteras. Los biólogos tenían bastante con leer, sin seguir, a la literatura, los matemáticos no les importaba lo que los biólogos moleculares leyeran, nadie seguía a la biología de la población, los físicos tenían mejores maneras de gastar su tiempo que leer por los periódicos asuntos de meteorología."

En años recientes el advenimiento de las teorías del caos es uno de las indicadores que algo empieza a cambiar en la comunidad científica. En aumento, los científicos de campos diferentes señalan que han entrado de algún modo a un callejón sin salida. Es necesario iniciar una dirección nueva. El nacimiento de matemáticos del caos, por eso, es una prueba, como Engels habría dicho, del carácter dialéctico de la naturaleza, un recordatorio que la realidad consta de sistemas dinámicos integrales, o igual un sistema global, y no de modelos (de cualquier modo que útil) abstraído de ellos. ¿Cuáles son los rasgos principales de las teorías del caos? Gleick los describe en la manera siguiente:

"Para los físicos, el caos es una ciencia de procesos en lugar de estados, de adecuaciones en lugar de ser".

"señalan que se invierte una tendencia en la ciencia hacia el reduccionismo, el análisis de sistemas en cuanto a sus partes del elector: quarks, cromosomas, o neutrones. Creen que buscan el todo".

El método del materialismo dialéctico es precisamente mirar el "proceso en lugar del estado, de la adecuación en lugar de ser." "Desde la década pasada, se empieza a tomar en cuenta que las viejas proximidades del reduccionista alargaban el callejón sin salida, y del mismo modo algunos científicos físicos duros alimentaron su perspectiva con abstracciones matemáticas que ignoraron las complejidades reales del mundo. Parecieron buscar a tientas medio-conscientemente una aproximación nueva en el proceso, pensando que cortaban las trayectorias tradicionales que en cierto modo no habían hecho en años. Quizá siglos." (19)

Porque el caos es una ciencia de sistemas integrales dinámicos, en lugar de partes separadas, que representan, en efecto, una revindicación del reconocimiento de la visión dialéctica. Ahora, la investigación científica ha estado demasiado aislada en sus partes del elector. En persecución de las "partes", el especialista científico ha llegado a ser demasiado especializado y frecuentemente pierde toda visión del "todo". La experimentación y la racionalización teórica llegó así a aumentar privándose de la realidad. Hace más de un siglo, Engels criticó la estrechez de lo que llamó el método metafísico, que consistió en presentar las cosas de una manera aislada perdiendo de vista el todo. El principio que apuntan los partidarios de las teorías del caos es una reacción contra precisamente este método, que llaman "reduccionismo". Engels explicó que la "reducción" del estudio de la naturaleza separa las disciplinas que son requisitos inevitables de su magnitud.

"Cuando reflejamos la naturaleza, la historia de la humanidad o nuestra propia actividad intelectual, al principio vemos el cuadro de un laberinto interminable de conexiones en que nada se sabe qué es, dónde y cuándo estaba, todo es movimiento, cambia, viene en ser y devenir de los pasos".

"Pero esta concepción, correctamente cuando expresa el carácter general del fenómeno como un todo, no basta para explicar los detalles de que se compone tal fenómeno, y tan grande cuanto no podemos y no estamos siquiera claro del cuadro entero. Para entender estos detalles debemos destacar su conexión natural o histórica y examinar cada uno separadamente según su naturaleza, causas especiales y efectos".

Pero como Engels advirtió, demasiado retirarse al "reduccionismo" puede llevar a una visión no dialéctica, o a una tendencia a ideas metafísicas.

"El análisis de la naturaleza en sus partes individuales, la división de los procesos naturales diferentes y objetos en clases definidas, el estudio de la anatomía interior de cuerpos orgánicos en sus formas múltiples son las condiciones del principio de avanzar a pasos gigantescos en nuestro conocimiento de la naturaleza que se ha hecho durante los últimos cuatrocientos años. Pero esto nos ha dejado el hábito de observar los objetos naturales y los procesos en aislamiento, aislado del contexto general; de observarlos no en su movimiento, sino en su estado de descanso; no como esencialmente elementos inconstantes, sino como constantes; no en su vida, sino en su muerte." (20)

Ahora comparemos esto con el pasaje siguiente del libro de Gleick:

"los científicos examinan las cosas aparte y las miran de uno en uno. Si quieren examinar la interacción de partículas subatómicas ponen dos o tres juntas. Hay bastantes complicaciones. El poder de la autosimilaridad empieza a muy grandes niveles de complejidad. Es cuestión de mirar el todo." (21).

Si sustituimos la palabra "reduccionismo" por "el modo metafísico de pensamiento," vemos que la idea central es idéntica. Ahora veamos qué conclusión dibujó Engels en su crítica al reduccionismo ( "el método metafísico"):

"Para los dialécticos, las cosas y sus imágenes, las ideas, están esencialmente en interconexión, en sucesión, movimiento, nacimiento y muerte, tales procesos están así corroborados en su propio método. La Naturaleza es la prueba de la dialéctica, y debe decirse que la ciencia moderna natural ha aportado materiales sumamente ricos y actuales para probar esto, y probar así en el proceso de la Naturaleza que el análisis es dialéctico y no metafísico".

"Pero los científicos tienen que aprender a pensar dialécticamente y son, pesar de eso, pocos. El conflicto entre los descubrimientos que se han hecho y el viejo modo tradicional de pensamiento es la explicación de la confusión ilimitada que ahora reina en la ciencia teórica natural y que reduce a ambos, maestros y estudiantes, escritores y lectores, a la desesperación." (22)

Hace más de cien años, el viejo Engels ajustadamente describió el estado de las ciencias físicas de hoy. Este es reconocido por Ilya Prigogine (premio Nóbel de química en 1977) e Isabelle Stengers en su libro "Orden Fuera del Caos, el Hombre Nuevo en Diálogo con la Naturaleza", donde escriben:

"hasta cierto punto, hay una analogía entre este conflicto (entre las físicas newtonianas y las nuevas ideas científicas) y uno que dió lugar a la idea del materialismo dialéctico de una historia de la naturaleza como parte integral del materialismo fue afirmada por Marx y, en más detalle, por Engels. Los desarrollos contemporáneos en las físicas, el descubrimiento del papel constructivo jugado por la irreversibilidad, ha levantado así dentro de las ciencias naturales una pregunta que hace tiempo se la hicieron los materialistas. Por ello, la naturaleza de la comprensión ha significado la comprensión como la capacidad del ser de producir al hombre y sus sociedades.

"Además, al tiempo que Engels escribió su Dialéctica de la Naturaleza, las ciencias físicas parecieron haber rechazado el mundo de la mecánica que vió más estrecha la idea de un desarrollo histórico de la naturaleza. Engels menciona tres descubrimientos fundamentales: la energía y las leyes que gobiernan su transformaciones cualitativas, la celúla la unidad básica de vida, y el descubrimiento de Darwin de la evolución de las especies. En vista de estos grandes descubrimientos, Engels llegó a la conclusión que la visión del mundo mecánico estaba muerta." (23)

A pesar de todos los adelantos maravillosos de la ciencia y la tecnología, hay un hondo sentimiento de malestar. Un número creciente de científicos se empieza a rebelar contra las ortodoxias que prevalecen y buscan soluciones nuevas a los problemas. Más temprano que tarde, todo está destinado a resultar en una revolución nueva en la ciencia, similar a la efectuada por Einstein y Planck hace casi un siglo. Significativamente, Einstein que estaba tan ejos de ser un miembro del stablishment científico.

"La clave del siglo veinte " comenta Gleick, "ha estado en la física de la partícula, que explora el ladrillo de la materia a energías cada vez más altas, con balanzas cada vez más pequeñas y en tiempos cada vez más cortos. Fuera de la física de la partícula han llegado teorías acerca de las fuerzas del principio de la naturaleza y acerca del origen del universo. Algunos físicos jóvenes han crecido descontentos con la dirección de la mayoría del prestigio de las ciencias. Progreso que ha empezado a parecer lento, al llamado de partículas nuevas fútil, que desordenó el cuerpo de teorías. Con la llegada del caos, los científicos más jóvenes han creido ver en los principios en curso un cambio total en las físicas. Se había dominado ampliamente el campo, deducido, por las abstracciones del destello de partículas del alta-energía y la mecánica del quantum."

II. CAOS Y DIALECTICA

Es todavía demasiado temprano para formarse una visión definitiva de las teorías del caos. De cualquier modo, es claro que los científicos ensayan la dirección de una visión de la dialéctica de la naturaleza. Por ejemplo la ley dialéctica de la transformación de cantidad en calidad (y viceversa) juega a un papel prominente en las teorías del caos:

"Él (Von Neumann) reconoció que un sistema de dinámico complicado puede tener puntos de puntos de inestabilidad crítica donde un empujón pequeño puede tener consecuencias grandes, como las de una pelota balanceándose en la cima de una colina."

Y de nuevo:

"En la ciencia como en la vida, se sabe bien que una cadena de eventos puede tener un punto de crisis que podría amplificar pequeños cambios. Pero el caos significa que tales puntos estaban por todas partes. Eran pervasivos. (24)

Estos y muchos otro pasajes revelan un parecido llamativo entre aspectos seguros de las teoría del caos y la dialéctica. ¡Todavía la cosa más increíble es que los pioneros del "caos" parecen no tener el conocimiento más ligero no sólo de las escrituras de Marx y Engels, sino también de Hegel! En un sentido esto proporciona la confirmación más llamativa de la exactitud del materialismo dialéctico. Pero en otro, es un pensamiento frustrado por la ausencia de un armazón adecuado filosófico que se ha negado metodologicamente la ciencia por largo tiempo.

Por más de 300 años se basaron las físicas en sistemas lineales. El nombre lineal se refiere al hecho de trazar una ecuación en una gráfica que emerge como una línea recta. Verdaderamente, muchos aspectos de la naturaleza parecen trabajar precisamente de esta manera. Es porque las mecánicas clásicas pueden describirlo adecuadamente. De cualquier modo, muchos aspectos de la naturaleza no son lineales, y no se puede entender por sistemas lineales. El cerebro ciertamente no tiene una función de manera lineal, ni la economía, con su ciclo caótico de estampidas y depresiones. No se expresa una ecuación no-lineal en una línea de la recta, sino que tiene en cuenta lo irregular, lo opuesto y frecuentemente la naturaleza caótica de realidad.

"Todo esto me hace muy infeliz acerca de los cosmólogos quienes nos dicen que los que hicieron los origenes del Universo muy bonito nos cubrió desde arriba, salvo el primer milisegundo del Golpe Grande. Y con los políticos quienes nos aseguran que no sólo es una dosis del sólido monetarismo lo bueno para nosotros, sino que están tan seguros acerca de que unos pocos millones de desempleados debe ser sólo un mal menor. Un ecologista matemático expresó sentimientos similares en mayo de 1976. 'No sólo en la investigación, sino también en el mundo cotidiano de la política y la economía, todas las personas y los sistemas simples no poseen necesariamente propiedades de simple dinámica". (25)

Se pueden superar en mucho los problemas de la ciencia moderna fácilmente si se adoptara un consciente (como opuesto a un inconsciente, casual y empírico) método dialéctico. Está claro que en general las implicaciones filosóficas de las teorías del caos son muy disputadas por sus científicos. Gleick cita a Ford, "uno mismo proclamó a los evangelistas del caos" ya que dicho caos significó que los "sistemas liberaron al azar para explorar sus propias dinámicas possibilidades". Otros se refieren al parecer a sistemas del azar. Quizás la mejor definición venga de Jensen, un físico teórico de Yale, quien define el "caos" como "la conducta irregular, imprevisible de determinar, de los sistemas dinámicos no-lineales."

En lugar de elevarlo a principio de naturaleza, como Ford parece hacer, la ciencia nueva hace lo opuesto: muestra que consideran irrefutablemente los procesos del azar (y todos los días consideran ese propósito) que se manejan, no obstante, como un determinismo subyacente al determinismo crudo mecánico del siglo 18 y no como determinismo dialéctico.

Algunos de las demandas que se le han a la ciencia nueva es su gran refinamiento y desarrollo de métodos y técnicas, que han probado ser verdaderas. Algunos de su exponentes han llegado hasta ahora a decir que solo hay tres cosas del 20th siglo: la relatividad, las mecánicas del quántum y el caos. Alberto Einstein, uno de los fundadores de teoría del quántum, nunca reconcilió la idea de un universo no-determinista. En una carta al físico Neils Bohr, insistió que "Dios no juega a los dados." Las Teorías del Caos no sólo muestran que Einstein estaba en lo correcto en este punto, sino que en su inocencia, es una confirmación inteligente del mundo que fundamentalmente vieron Marx y Engels hace cien años.

Es verdaderamente asombroso que muchos de los abogados de las teorías del caos, intenten romper con la metodología "lineal" y resuelvan un nuevo orden "no-lineal" matemático, que está más en consonancia con la realidad turbulenta que cambiar la naturaleza, parecen estar completamente desprevenidos de que sólo la revolución genuina en la lógica de las dos lógica dialécticas del milenio elaboradas por Hegel, y subsiguientemente perfeccionadas con una base científica materialista por Marx y Engels. Cuántos errores, callejones ciegos, crisis en las ciencias se podían haber evitado los científicos si se hubieran equipado con una metodología que genuinamente reflejara la realidad dinámica de la naturaleza, en lugar de chocar con ella a cada instante!

No hay comentarios:

Publicar un comentario