viernes, 13 de noviembre de 2009

Para llegar al Cielo nadie tiene que hacernos pasar por el Infierno

PARA LLEGAR AL CIELO, NADIE TIENE EL DERECHO DE PASARNOS PRIMERO POR EL INFIERNO

Por: Freddy Quezada

En uno de sus tantos relatos, Balzac narra cómo un amigo ayudó a otro que se ahogaba. Arrojándole una cuerda, le aconsejó que se la pasase por el cuello. Al tirar, el amigo ejecutó, sin proponérselo, con un movimiento y al mismo tiempo, los dos actos más opuestos que se puedan imaginar: salvaba la vida de su compañero mientras le ahorcaba. El escritor francés recreó así su excelente pluma al tratar el estado emocional del protagonista que se había convertido simultáneamente en héroe y en verdugo.

Algo parecido sucede con el FSLN en nuestros tiempos. Imaginamos que un militante sandinista medio, no podría evitar hoy la sensación de ser salvado de un modo semejante. O quizás no. Otorguémosle el beneficio de la duda. A él le puede estar traicionando la idea de estar saliendo de un inevitable ahogamiento. Respetemos su ilusión dejando que se engañe. Estamos, eso sí, totalmente seguros de que quienes sufren la presión de la soga en su cuello son los sectores de la población que todavía creen en el FSLN y ya no digamos sus adversarios.

El FSLN ha ofrecido para salvarnos, últimamente, dos salidas: las políticas de ajuste en la economía y las reformas electorales en política: el hambre y las ilusiones; el sacrificio y la fe; la agonía y la esperanza. Demasiado cruel lo primero y demasiado barato lo segundo; tan insoportable lo uno como inútil lo otro. No lo merecemos. Por supuesto que estamos hablando aquí de los sectores más desfavorecidos, exactamente de los que dice defender el Frente Sandinista.

Los dos ejes utilizados por los sandinistas, a nuestro juicio, buscan dos cosas:

1. Dividir lo que ya está dividido; es decir, dividir más a la oposición con una serie de ofrecimientos que permitan al partido de gobierno arribar a las próximas elecciones con algunos aliados, entendiendo por tales a aquellos que acuerden asistir a los comicios con las condiciones de los sandinistas. Temen, sin duda, una abstención de la mayoría de los partidos que componen el grupo de los 14. Las reformas a la ley electoral será una manera deliciosa de perder el tiempo en regateos hasta arribar a la fecha indicada por los acuerdos de Costa del Sol. Esta es la curva que se dibuja por arriba, En WP 4.2: Tipo/Fuente 1,10 - Desactivar.En WP 4.2: Tipo/Fuente 4,10 - Activar.ex parte principisEn WP 4.2: Tipo/Fuente 4,10 - Desactivar.En 4.2: Tipo/Fuente 1,10 - Activar.; la que menos interesa a la población mientras no esté haciendo fila para votar.

2. Recomponer la economía por la vía que siempre han dicho odiar los sandinistas: el mercado. Concertación para los empresarios y compactación para los asalariados; congelamiento de la reforma agraria para los campesinos y devaluaciones continuas del córdoba para provecho de los productores. Esta es la curva que se dibuja por abajo, ex parte populi; la que más angustia a quienes la sufren. Nos parece que puede ser la fuente de derrota para el partido de gobierno.

Desde que triunfó la revolución, los sandinistas prometieron "ríos de leche y miel". Cada año que pasaba, sin embargo, lo que las masas padecían era escasez, guerra, hambre, compactación, inflación, recesión. No habían terminado, los sandinistas, de afirmar sus logros de la víspera cuando se veían precisados a negarlos y, lo más trágico, a presentar sus retrocesos como grandes triunfos.

Convengamos en que el imperialismo tiene la mayor cuota de responsabilidad; la menor, el gobierno. Pero, desde el punto de vista de la población, sobre todo la asalariada, no existe en su conciencia esa diferencia para distruibuir las culpas. Reclaman, acusan y descargan todas sus penas en el agente que dice representarlas, en el único órgano visible contra el cual pueden disparar: el gobierno. Lo hacen cargar incluso con responsabilidades ajenas. Son de las pocas desventajas del poder. Es natural, en consecuencia, que los sandinistas siempre se quejen de lo amargo que es explicar medidas antipopulares. Y natural también que la oposición se beneficie. Tan fácil es utilizar el prestigio de los héroes a favor de un proyecto revolucionario como usarlo en contra; anudar los cordones de un zapato es tan sencillo como desanudarlo. La diferencia está en la sensación de sentirse o no traicionado.

Un modo de las masas de vengarse, por el divorcio con su dirección, es eliminar uno de los mejores frutos de sus bodas: la confianza en la revolución como método para superar las injusticias y las desigualdades. Recordemos que la desilusión es la peor de las consejeras. Medea, por la traición sufrida, según Eurípides, se vengó de las infidelidades de Jasón asesinando a sus propios hijos. En sus reproches, algo de razón tenía la hija de Eetes cuando acusó a su marido de ser el único culpable de la muerte de sus hijos por el engaño que había efectuado. No hay peor enemigo del Frente que el Frente mismo.

Nos resistimos a creer que la lógica de los discursos revolucionarios siempre termine devorándose a sí misma, como cierta variedad de serpientes míticas que, para saciar su apetito, se tragan su cola y acaban por presentar un aspecto escalofriante donde sólo es visible una cabeza que engulle su propio cuerpo.

Qué busca el Frente con todos sus desaguisados ? No tiene derecho a sacrificar a los más débiles, a quienes siempre prometió defender sobre todas las cosas. Agamenón, para seguir con las aleccionadoras referencias griegas, no tenía el derecho de sacrificar a su hija Ifigenia; ni aún cuando así lo ordenaran los dioses para favorecer los vientos que ayudarían a su armada en la expedición contra Troya. Fue un crimen. Y así han sido y lo serán todos aquellos efectuados en nombre del "Destino", de la "Providencia", de la "Razón" o de la "Necesidad Histórica".

Como si fuera poco, el Comandante Ruiz en una reciente declaración a Barricada, invitó a que se agradeciera la infidelidad del FSLN porque la presentó como necesaria y en beneficio futuro de quienes están siendo perjudicados en este momento. Un editorial de Barricada llegó a presentar la compactación ‑‑¡el colmo!‑‑ como un fenómemo que sólo podía encerrar ventajas para los desempleados. Terminaba, al final, afirmando, como consuelo idiota, que el futuro era de los compactados, porque las medidas servirían para reactivar la economía en su conjunto. Los inquisidores, si bien hacían algo parecido con los herejes en las hogueras, no se atrevían, hay que reconocérselos, a solicitar gratitud a quienes decían salvar su alma con el fuego. Lloraban por los dolores que experimentaba su víctima, es cierto, pero no eran cínicos. Los primeros llamados a ser beneficiarios, en verdad, no pueden y no deben ser los primeros inmolados. El FSLN se ha enredado en la lógica de sus peores enemigos. Los ha llegado a odiar tanto que ha terminado por parecérseles; responde a una lógica de discursos de ofrecimiento y de fines no cumplidos donde son concebidos, como medios sacrificables, precisamente las bases sociales que merecen respetarse y sobre las cuales ha derivado, el partido de gobierno, todas sus ventajas.

¿Qué precio tenemos que pagar para beber leche y comer miel? Pasar por el infierno capitalista otra vez ? Necesitamos morirnos de hambre para alcanzar la gloria inmortal que nos han prometido? Será bueno un socialismo con nuestros nietos (bisnietos, tataranietos, quién lo puede saber?) desnutridos? Hasta donde se pervierten los fines pervirtiendo los medios?

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